LIBRO: El valor de educar

 

Antología: "El valor de educar"

Autor: Fernando Savater

segunda edición. abril 1997
102 paginas

Reseña:

     En esta lectura, Fernando Savater busca de una u otra forma que reflexionemos sobre la humanidad, el autor sin duda, en cada uno de sus capítulos nos muestra algunos puntos importantes que nos ayudan a diferenciarnos como humanos de la naturaleza.

     El tema principal es uno mismo, para ello y partiendo de especies de nuestros antepasados, así como sus acontecimientos se nos es posible el interpretar y tomar un cierto gusto por reflexionar y hacer una conciencia de nuestra educación como seres humanos, todo ello nos encamina a creer que somos una especie sobresaliente, en otro sentido, podríamos recalcar que somos la única especie en el mundo que ha crecido y tomar provecho sobre nuestra evolución.

 

Al leer esta pieza de arte es grato rebelar que este autor a dando un deseo más por continuar por el camino de la lectura, reflexión e incluso por ese deseo de comenzar a crecer como escritor, Savater extiende una gran oportunidad para ser capaz de conseguir en su lectura un amplio aprendizaje.

     Como inicio es importante destacar que la educación es una parte vital en el crecimiento del ser humano, claro está que quizás una persona tenga mayor crecimiento que otras, pero hay que recordar que no todas las personas aprenden a caminar de igual manera ni mucho menos al mismo tiempo.

Existe una variedad de estructuras en la educación, muchos caminos y modos de aprender, solo es cuestión de hacer de toda la misma disciplina con el mismo amor para lograr aprender y llegar, cabe mencionar que, al profundizar un poco más, existen algunos contextos, tiempos y espacios, entre otros aspectos que pasan a ser una sobra cuando este bello arte de aprender nos a ayudado a permanecer fuertes en el sendero de la madures, pero a la vez quizá pueda ser vital en algunos aspectos.

     A lo largo de los años el ser humano ha logrado obtener distintos aprendizajes, pero en pocos casos se a mostrado que es lo importante de aprender; de nada sirve aprender si no sabes compartir tu aprendizaje y enseñar para que otros crezcan contigo, considero, en lo personal, que si aprendes eres una persona sobresaliente, pero si aprendes y enseñas eres una persona excepcional, (a este punto de mi reflexión puedo deducir que es gracias a esa comprensión mi amor y deseo por la docencia, me importa aprender pero me gusta enseñar y que mejor que una docencia para crecer).

     Savater, a lo largo de su obra de arte hace, de cierto modo, un énfasis con un punto clave en el aprendizaje. El aprender no es solo saber de química, física u otra materia, ni mucho menos diferencias virtudes y debilidades o lo bueno de lo malo, lo que en realidad consiste el aprender, es saber usar esos aprendizajes y saber cómo compartir de ellos, autoconstruirse como persona y ayudar a la construcción de otras.

     Personalmente considero importante y necesario el análisis de nosotros como seres humanos y el uso correcto o incorrecto de nuestros aprendizajes.

     "Pero entonces ¿no hay motivos para preocuparse de la decadencia de las humanidades y sobre todo del oscurecimiento del ideal de educación humanista, entendida como una formación integral de la persona y no sólo como su preparación restringida por urgencias laborales? Los hay, sin duda, aunque poco tengan que ver con querellas de asignaturas ni aún menos con el temor supersticioso ante los más sofisticados instrumentos técnicos." pg.57

      ¿Existe una preocupación? claro que sí, ¿ha existido una búsqueda por mejorar? probablemente, pero, ¿se ha hecho algo? vagamente puede ser considerado que no, aunque los avances digan lo contrario. Es lindo darse cuenta la importancia de un aprendizaje, sin embargo, es más común que se haga por cuestiones las cuales nos han inculcado a ver más como "obligatorio" que como "un gusto".

     A final de cuentas me doy la libertad por aconsejarte que veas las cosas por el lado bueno de la moneda, aprende porque te gusta no porque te lo pidan, claro está que si te cruzas de brazos esos aprendizajes nunca llegaran como las gotas de lluvia al suelo, debes ser tu esa nube que llena de esa agua de aprendizajes la arrojes hacia el suelo y haciendo un buen uso logres hacer crecer plantas de conocimiento en esas piedras donde aún no llega un educador.

 

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